
El Procurador General de la Nación Esteban Righi sostuvo que el juez Norberto Oyarbide debe retomar la investigación por presuntas irregularidades en la importación de autos con franquicias diplomáticas, que el magistrado había remitido a la Corte Suprema debido a la imposibilidad de seguir un proceso contra representantes extranjeros.
Righi consideró que el caso debe seguir en manos de Oyarbide, al afirmar que "no hay pruebas suficientes" sobre la participación de diplomáticos extranjeros en el caso.
"A mi juicio -expuso el Procurador- y tal como lo reconoce el juez federal, los elementos de prueba reunidos hasta el presente resultan insuficientes para determinar la eventual responsabilidad que pudiera caber" a diplomáticos.
Oyarbide había remitido el expediente a la Corte Suprema, luego de declararse incompetente debido a que en la denuncia original de Cancillería figuran varios embajadores, cónsules y otros diplomáticos.
El viernes pasado la Corte dio el primer paso en la investigación y giró el expediente que llevaba el juez federal Norberto Oyarbide a la Procuración General de la Nación, para que diera su opinión en el caso "con carácter de urgente".
En esa causa del fuero federal también se investiga la actuación de los funcionarios de la Cancillería comprometidos en el caso, como presuntamente podrían llegar a ser el jefe del Departamento de Franquicias, Jorge Matas, y su sucesor, Eduarto Mitchel, ambos desplazados de esa jefatura a raíz del escándalo.
Mientras tanto, en el fuero penal económico analiza si se cometió contrabando con las importaciones de autos lujosos y el juez de la causa, Jorge Brugo, secuestró anteayer las computadoras del sector franquicias de la Cancillería y reclamó la nómina de todo el personal que trabajaba allí.
Una de esas computadoras es la que estaba en la oficina personal de Jorge Mata, el jefe del área que fue separado tras la auditoría interna que hizo la Cancillería y que dio origen a la denuncia judicial.