
La emblemática Orquesta Filarmónica de Nueva York ofreció hoy un histórico concierto en la comunista Corea del Norte y dio así el que posiblemente sea el primer impulso para una cooperación cultural entre ambos países.
Ocurrió en plena negociación sobre el desmantelamiento del programa de armamento nuclear del régimen comunista. Se trata de la primera actuación de una orquesta estadounidense en el país, ampliamente aislado del exterior.
El evento fue celebrado con entusiasmo por los 1.500 invitados en el Gran Teatro de la capital Pyongyang. La orquesta, dirigida por Lorin Maazel, tocó, entre otras cosas, piezas simbólicas como la Novena Sinfonía "Del Nuevo Mundo" de
Antonin Dorák y "Un americano en París" de George Gershwin.
En el inicio de la actuación, que fue transmitida en directo por los medios televisivos de Corea del Norte y del Sur, se tocaron los himnos nacionales de ambos países. El líder norcoreano no se encontraba entre el público.
La visita de la orquesta neoyorquina a Corea del Norte recibió atención mediática de todo el mundo, dadas las difíciles relaciones entre Washington y Pyongyang.
Se trató del primer contacto cultural significativo entre ambos países.
En los últimos tiempos, sin embargo, las negociaciones se estancaron. Los dos países no mantienen relaciones diplomáticas formales. La delegación, que abarcó a los 106 músicos, fue a la vez el mayor grupo de estadounidenses en Corea del Norte desde la Guerra de Corea (1950- 53), en la que Estados Unidos combatió del lado de Corea del Sur.
Cuando se anunció "Un americano en París", Maazel dijo que quizá algún día alguien escriba una pieza titulada "Un americano en Pyongyang".
Al cierre del concierto, que también incluyó una introducción de Wagner y una obra de Leonard Bernstein, la orquesta tocó la canción popular norcoreana "Arirang". Tras los 90 minutos de presentación, los músicos fueron ovacionados.
Una presentadora norcoreana anunció la actuación como "primer paso hacia un intercambio cultural entre ambos países". Según el presidente de la orquesta, Zarin Mehta, el concierto puede servir para iniciar el diálogo. "Los músicos se ven como diplomáticos musicales", dijo Mehta a dpa antes del concierto.