
El dólar sigue por la pendiente sin freno. La cotización, empujada a la baja por el Banco Central, cedió otro centavo hasta $ 3,16 y alcanzó así una caída de cinco centavos en los últimos siete días.
Desde el martes de la semana pasada, cuando vendió US$ 300 millones para frenar la sostenida tendencia a la suba de la moneda estadounidense por el paro del campo, el BCRA intervino fuerte en el mercado con el mandato de empujar el precio a la baja. Ante las quejas de algunos bancos que compraron dólares cuando había subido, en el Central respondieron que "esas son las reglas del juego" y que "el objetivo es desalentar cualquier clase de especulación".
Con esa importante presencia en la plaza del Banco Central, el precio cayó desde los $ 3,21 del miércoles pasado hasta los actuales $ 3,16. El costo fue una baja de las reservas internacionales, que perforaron el piso de US$ 50 mil millones al que se había llegado y ayer se encontraban en US$ 49.050 millones.
Hasta el comienzo del conflicto del campo, la cotización del dólar se había alejado de la agenda fuerte económica. Estaba claro que el plan del Gobierno apuntaba a una cotización alta, que permitía incrementar los ingresos por las retenciones a las exportaciones. Con el paro de los ruralistas, que entre otras medidas incluyó la de no vender granos al exterior para "dañarle la caja" al Gobierno, el escenario cambió: diferentes actores se refugiaron en el dólar e hicieron subir la cotización, que ya no era sostenida por el Central sino todo lo contrario.
Ahora, ante el nuevo acercamiento entre la Casa Rosada y el campo, el Banco Central parece decidido a hacer escarmentar a quienes compraron dólares en plena subida. Una medida que en algún momento deberá ceder por los variados costos que acarrea, pero que hasta el momento continúa.