
Tras el discurso conciliador de Cristina Fernández de Kirchner y las declaraciones en el mismo tono que formularon ayer distintos ministros de su Gabinete, "el Gobierno esperaba una respuesta favorable (del campo) para encaminar" el conflicto, pero se encontró con una prolongación del paro que le causó "asombro, frustración, indignación y dolor", aseguró el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
"No teníamos predisposición de que esto continúe de esta manera. Al contrario, estábamos optimistas en cuanto a que iban a levantar el paro. Creíamos que realmente tenían racionalidad y volverían al diálogo", afirmó Randazzo.
Tras la decisión de agro -que consideró insuficiente el tono conciliador, reclamó "hechos concretos", ratificó el paro hasta, por lo menos, el miércoles que viene, le pidió una audiencia a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y llamó a una movilización federal para el 25 de mayo en Rosario-, el ministro retomó el discurso más duro contra el paro.
Randazzo tildó a la prolongación de la protesta como "una actitud de enorme irresponsabilidad e irrespetuosa con una presidenta elegida democráticamente" y "un reclamo sectorial". Y que la coincidencia en extender la protesta y pedir una audiencia "parece una cargada, no contra el Gobierno, sino contra el pueblo argentino".
Y volvió a resaltar las concesiones que supuestamente tuvo el Gobierno con el campo. "Volvimos a las retenciones al 35% para los pequeños productores, subsidios al flete, trigo, carne, propusimos una agenda de quince puntos", sostuvo. Y acusó: "Pero se fueron de la reunión y convocaron un paro. Yo no se cuál es el objetivo verdadero que persiguen y creo que esto se lo deben estar planteando muchos argentinos".