
La carta escrita por Albert Einstein que volvió a instalar el debate sobre su religiosidad fue subastada anoche en Londres. La operación superó todas las expectativas de los rematadores: un coleccionista pagó por ella más de 400 mil dólares, un precio 25 veces mayor al esperado.
El documento, poco conocido, fue rematado en la casa Bloomsbury, de Londres. Su director, Rubert Powell, no identificó al comprador de la carta, pero señaló que se trataba de un hombre ''apasionado por la física
teórica''.
''Esta carta extraordinaria parece haber resonado particularmente y permite atisbar íntimamente una de las grandes mentes del siglo XX'', comentó.
La carta subastada fue escrita por Einstein en 1954, un año antes de su muerte, para el filósofo Eric Gutkind. En ella el físico afirmaba: "La palabra Dios es para mí nada más que la expresión y producto de debilidades humanas, la Biblia una colección de honorables aunque primitivas leyendas que son bastante infantiles. Ninguna interpretación, por sutil que sea, puede cambiar esto para mí".
Einstein, que era judío y declinó una propuesta para ser el segundo presidente del Estado de Israel, también rechazaba la idea de que los judíos son el pueblo elegido de Dios.
"Para mí, la religión judía, como las otras, es una encarnación de las supersticiones más infantiles. Y el pueblo judío, al que felizmente pertenezco y con cuya mentalidad tengo una profunda afinidad, no tiene ninguna cualidad distinta para mí", dice el texto. Y prosigue: "Según mi experiencia, no son mejores que otros grupos humanos...".
El legado más famoso de Einstein es la teoría de la relatividad, que cambió el rumbo de la física. Su teoría permitió a los científicos hacer predicciones sobre el espacio y abrió el camino para el control de la energía nuclear.
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