
A pocas horas de que el vicepresidente, Julio cobos, reciba en una frustrada convocatoria a Hermes Binner (socialista, Santa Fe), Juan Schiaretti (kirchnerista, Córdoba) y Alberto Rodríguez Saá (peronista disidente, San Luis), el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, salió a marcar la cancha y expresó: "Él entendió oportuno citar a los gobernadores al Senado para empezar a hablar del proyecto del Ejecutivo. Varios gobernadores entendieron que no era oportuno ir".
De esta forma, Fernández explicó los motivos por los cuales el grueso de mandatarios provinciales alineados al oficialismo y los radicales K pegarán hoy el faltazo a la convocatoria que con moderado grado de optimismo había lanzado Cobos. La escena se producirá horas antes de que Cristina se reúna nuevamente con la dirigencia del agro y que el Parlamento empiece a tallar en las retenciones móviles con el inicio de las discusiones.
"Me parece que hubiera sido mejor esperar que la Cámara de Diputados vote" el proyecto sobre retenciones, enfatizó el jefe de Ministros, quien admitió además que el movimiento político del vicepresidente fue sin "consultar nada", algo que suele traer aparejado costos políticos dentro del mundo K.
En definitiva, la foto de Cobos quedará pegada a un gobernador enfrentado públicamente al matrimonio Kirchner como el puntano Saá, y a dos mandatarios distanciados en forma mas reciente por el manejo en el conflicto con el campo.
La trama en torno a la convocatoria arrancó con un entusiasmo de la mayoría de los gobernadores invitados. Pero con el correr de las horas el jueves pasado, la movida se frustró. Así, se desdijeron casi todos: los kirchneristas Jorge Capitanich (Chaco), Oscar Jorge (La Pampa), Juan Manuel Urtubey (Salta), Sergio Urribarri (Entre Ríos) y José Alperovich (Tucumán). El bonaerense Daniel Scioli se excusó desde un principio. También le dieron la espalda los "radicales K" Arturo Colombi (Corrientes) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero).
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