
Mientras los camioneros autoconvocados refuerzan los cortes de ruta en varios puntos de seis provincias, el Gobierno y el campo vuelven a cruzarse. Esta vez fue por el ataque a un convoy que transportaba combustible cerca de la localidad entrerriana de Victoria.
El hecho ocurrió cerca de la medianoche y en principio fuentes oficiales y policiales hablaron de una agresión a balazos, algo que fue puesto en duda por las pericias preliminares, que desliza la posibilidad de que los daños en neumáticos de los camiones hayan sido producidos por miguelitos. Lo cierto es que no hubo heridos, pero con la noticia, rápidamente surgieron voces del Gobierno y de las entidades del campo para cruzarse recriminaciones.
Uno de los camiones, de la empresa Repsol-YPF, sufrió la destrucción de una cubierta luego de que una camioneta viajara un trecho a su lado. En principio las fuentes hablaron de un disparo, pero las primeras pericias no señalaron compatibilidad del daño con el provocado por un arma de fuego. El hecho se produjo en el paraje "Los graneros", cercano al puente que une Victoria con la provincia de Santa Fe, de donde procedían los camiones.
La policía entrerriana identificó como Jorge Bussi, un transportista y productor rural de Entre Ríos, sobrino del represor y gobernador de facto de Tucumán Antonio Domingo Bussi, a una de las personas que protagonizó el ataque. De su camioneta 4x4 habría partido la agresión.
Esta mañana, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, afirmó que el episodio "es una muestra de intolerancia de quienes quieren imponer de cualquier forma sus pretensiones".
Por su parte, el vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, sostuvo que es un "hecho totalmente ajeno a la modalidad de la protesta de la gente del campo", y juzgó "alarmante esta escalada de violencia" en momentos en que los productores "se están retirando de las rutas".
"Hay una marcada tendencia a colocar nuestra protesta en el foco de la mira como perturbadora de la paz social, cuando ha sido todo lo contrario en 90 días", advirtió Biolcati.
Mientras tanto, el clima en las rutas sigue siendo tenso. Los transportistas de cargas autoconvocados de las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires, La Pampa, Chaco, Córdoba y Santa Fe resolvieron seguir con los cortes de ruta en un centenar de puntos.
Los camioneros de estas seis provincias decidieron anoche seguir con la protesta hasta que se resuelva el conflicto del campo porque –según argumentan- sus actividades están paradas desde que se inició la pelea por las retenciones móviles entre los ruralistas y el Gobierno.
Por ello, mantenían los piquetes en diversos puntos. No dejan pasar ningún tipo de transporte de carga, pero sí permiten la circulación de micros de pasajeros, autos particulares, ambulancias y cargas de insumos médicos.
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