No tiene cara, Bussi lloró

En su primera declaración ante el tribunal tucumano que lo juzga por violaciones a los derechos humanos perpetradas en esa provincia durante el último gobierno de facto, Antonio Bussi defendió y justificó el accionar de la dictadura. Insistió en que había "una guerra" contra "terroristas marxistas leninistas". Y, en al menos tres oportunidades, lloró. El primer juicio oral que se celebra en Tucumán contra Bussi y Luciano Benjamín Menéndez se reanudó al mediodía después de un cuarto intermedio que había solicitado la defensa para que volvieran a someter a un análisis médico al ex gobernador. La fiscalía rechazó el pedido y, tras una breve deliberación, el tribunal aceptó el rechazo: el ex militar no volvió a ser examinado. Bussi usó la oportunidad que le dio la Justicia para declarar en el juicio después de que concluyó la lectura de la acusación y antes de que comiencen las indagatorias a los testigos. Leyó un texto que había preparado y dijo que había más detalles en un anexo. Durante su discurso, Bussi criticó "la omisión sistemática y deliberada del marco histórico". Y, en su versión de ese "marco histórico", sostuvo que en Tucumán "tuvo lugar una guerra para aniquilar la agresión marxista leninista de bandas de delincuentes terroristas organizadas, equipadas e instruidas militarmente con apoyo extranjero e ideológicamente fanatizadas para procurar, con el terror y la muerte, la toma del poder político de la nación". También dijo que "esas bandas no eran jóvenes idealistas sino traidores a la Patria", que "los ideólogos de la subversión hoy (están en el) Gobierno" y que "el gobierno de María Estela Martínez, con el apoyo del pueblo, repelió constitucional, institucional y militarmente la agresión". Tres veces lloró: cuando empezó su discurso, cuando se manifestó emocionado al recordar que fue elegido gobernador (un cargo que ya había ocupado durante la dictadura) por votación democrática, y cuando se mostró como una víctima de "la venganza de los derrotados de ayer en los montes y las urnas tucumanas" que, según él, querrían destruirlo "como ciudadano, militar y político". Antes de terminar con su declaración y responder las preguntas del fiscal, el ex gobernador cuestionó a los médicos que dijeron que está en condiciones de salud de afrontar el proceso. El juicio oral se reanudó esta mañana después de que fuera interrumpido el martes , el mismo día en el que había comenzado, cuando Bussi, de 82 años, con problemas cardíacos crónicos y que entró con asistencia respiratoria, adujo un dolor en el pecho y fue retirado de la sala en camilla. El acusado permaneció 48 horas internado en una clínica, un médico de la Corte Suprema dictaminó que está "compensado" y en condiciones de afrontar el juicio. Bussi y Menéndez están acusados por la desaparición del ex senador Guillermo Vargas Aignasse, en 1976. La causa es la primera que llega a juicio oral de un medio millar por crímenes de lesa humanidad cometidos en Tucumán antes de y durante la dictadura. Según la acusación, Aignasse fue secuestrado de su casa el 24 de marzo de 1976, torturado en la Brigada de Investigaciones y trasladado a la cárcel de Villa Urquiza. La versión militar sostiene que el dirigente fue liberado el 5 de abril y secuestrado por un grupo armado desconocido -versión reiterada hoy por Bussi-. Pero la acusación les reprocha a los máximos jefes de zona (Menéndez) y subzona (Bussi) de la llamada "lucha antisubversiva" el "haber parodiado una supuesta libertad" del legislador para luego hacerlo desaparecer.

Masherano dejó un momento el futbolista para convertirse en fanatico del deporte argentino en los Juegos Olimpicos de Beijing

"Yo creo que los chicos del básquetbol tienen muchas chances de conseguir medalla. Son un equipo que está muy cotizado, casi todos sus jugadores están en la NBA, son importantes en sus equipos y los veo muy bien", así declaró Javier Mascherano en una entrevista con Télam. El volante central de la Selección Olímpica que conduce Sergio Batista, se corrió por un momento de su condición de futbolista para pasar a ser un deportista más que está en Beijing para competir por el deporte argentino. El fútbol y el básquetbol son los dos equipos que más oportunidades tienen de conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos. Y curiosamente, son las dos disciplinas que ganaron el oro en Atenas, terminando con una sequía de 52 años sin que ningún compatriota se subiera al primer puesto del podio desde Helsinki 1952 cuando Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero ganaron en remo. "Ojalá que el deporte argentino pueda conseguir muchas medallas, sería algo extraordinario, porque además eso ayudaría para que otras disciplinas crezcan, como sucedió en su momento con el rugby, por más que no participe de los Juegos Olímpicos, con el hockey o con el básquetbol mismo", agregó el futbolista del Liverpool de Inglaterra. El equipo de Sergio Batista se alojará en la Villa Olímpica durante su estadía en Beijing, y eso parece motivar a Javier Mascherano en su discurso amateur. "Yo creo que estar en la Villa Olímpica va a ser muy bueno, una experiencia única. Yo lo viví en Atenas y fue impresionante, y ahora repetirlo es un sueño. El deporte argentino ha evolucionado mucho, no sólo en el fútbol. Lógicamente nosotros somos un país futbolero y tenemos los ojos puestos en el fútbol pero creo que desde 2004 mucha gente se volcó a otros deportes y eso es muy importante", completó el Jefecito.

De Vido y otros ministros volvieron a hacer blanco en Cobos: "Cada uno puede hacer lo que le venga en gana"

Desde uno de los hombres de mayor peso en el Gobierno, como el ministro de Planificación, Julio de Vido, hasta un ministro con perfil bajísimo, como el de Educación, Juan Carlos Tedesco, el kirchnerismo en pleno salió esta mañana a mostrar hacia el vicepresidente Julio Cobos rechazo y pretendida indiferencia. El que fue más lejos fue De Vido, quien afirmó que "en un país democrático cada uno puede hacer lo que le venga en gana". Se refería a la reposición de Cobos tras su voto negativo al proyecto oficial sobre las retenciones móviles en el Senado, que generó alejamiento y diferenciación del mendocino para con el núcleo más duro del Gobierno del que, en definitiva, es parte. El vice estuvo en boca de De Vido y otros ministros en San Juan, donde la presidenta Cristina Kirchner está de visita luego de haber pasado anoche justamente por Mendoza, donde se mostró con el gobernador Celso Jaque, un peronista que es rival político directo de Cobos. De Vido aseveró que la Concertación Plural "está más fuerte que nunca" y que el Gobierno recibió en los últimos días de parte de gobernadores e intendentes de otros partidos un "fuerte respaldo". "La concertación está más fuerte que nunca, prueba de ello es que hace una semana tuvimos un acto muy lindo en la ciudad de San Martín, y encontramos en todos los intendentes y gobernadores de otros partidos fuera del justicialismo un fuerte respaldo y una señal de fortalecimiento de la Concertación", dijo De Vido. En declaraciones a la agencia estatal Télam en la puerta del hotel donde se hospeda en esa provincia, y consultado sobre la posibilidad de que el vicepresidente cree una fuerza política al margen del oficialismo, De Vido dijo que "en un país democrático cada uno puede hacer lo que le venga en gana y obviamente la sociedad juzgará a cada uno en ese sentido". Por su parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, dijo que "la actitud del vicepresidente no va a afectar el crecimiento del país" y remarcó que "la Concertación es mucho más que individualidades". En ese sentido, Randazzo sostuvo que "las conductas de cada uno de nosotros no la afectan (a la concertación) porque es una política de Estado que fortalece un modelo político, económico y social que fue ratificado en octubre del año pasado". En tanto, otro de los que tomó la palabra para referirse a Cobos, aunque con un matiz diferencial al de sus colegas, fue el ministro de Educación, quien señaló la necesidad de "trabajar con consenso, diálogo y participación" y para ello propuso "apaciguar los ánimos". Tedesco fue consultado por Télam sobre la posición asumida por el vicepresidente Julio Cobos en relación a su voto negativo en el Senado a la resolución 125 que implementó las retenciones móviles al sector agropecuario. "Es un problema que se encaminará institucionalmente. Necesitamos trabajar con consenso, con diálogo y con participación, y para eso es necesario apaciguar los ánimos y hacer lo que corresponda".