MAR DEL PLATA: El 2009 es un año clave para la pesca argentina

Durante 2008 la crisis pesquera dejó como saldo una reducción biológica de especies claves como la merluza común y, como consecuencia, la pérdida de miles de fuentes de trabajo y el cierre de algunas de las principales empresas del sector. Recientemente las autoridades anunciaron medidas para mejorar la situación del recurso y para consolidar la actividad. Vida Silvestre opina sobre el escenario actual y los desafíos del 2009. Durante las últimas semanas, el subsecretario de Pesca de la Nación, Norberto Yauhar, anunció una serie de medidas que, en caso de implementarse efectivamente y complementarse con iniciativas cruciales, podrían representar el primer paso para desarrollar un nuevo Modelo de Pesca Sustentable en Argentina. Para la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA) las medidas anunciadas reflejan indicios de una nueva actitud política para encarar la pesca en el país, lo que nos parece muy positivo, “sin embargo, esperamos que los anuncios se transformen rápidamente en hechos concretos que aseguren un mar argentino sano y productivo, para las generaciones presentes y futuras”, sostuvo el Lic. Guillermo Cañete, coordinador del Programa Marino de la institución. Como organización de la sociedad civil que defiende el patrimonio natural de los argentinos, en octubre de 2008, Vida Silvestre presentó ante la Subsecretaría de Pesca de la Nación una solicitud de 5 acciones necesarias para asegurar la transparencia y el acceso a la información sobre la actividad pesquera. “Conocer exactamente en qué situación estamos es lo que nos permitirá planificar las estrategias para desarrollar una pesca sustentable en el Mar Argentino”, opinaron desde la institución. Con respecto a las medidas solicitadas por la FVSA, a las cuales han adherido varias otras instituciones, hasta el momento las autoridades han manifestado la voluntad de optimizar la fiscalización del sector pesquero a través del uso de cámaras y del sistema de monitoreo satelital del SIMPO, la implementación de un sistema de parte de pesca electrónico a partir de marzo, y la ejecución de controles a bordo realizados en conjunto con la Armada y Prefectura. No obstante, Vida Silvestre considera que existen dos medidas complementarias que resultarían estratégicas para generar la información de base necesaria para encarar los desafíos venideros. Por un lado, restaría implementar un sistema de auditorías a las empresas pesqueras para verificar sus flujos de materia prima. Y por otro lado, sería necesario desarrollar un sitio web accesible a toda la sociedad donde se publique periódicamente la información referida al estado y manejo de los recursos pesqueros, que como señala nuestra Constitución, constituyen parte del patrimonio natural de los argentinos. Este último punto resulta esencial y sumamente valioso en el actual contexto, en el que a partir de la difusión de la crisis pesquera en diversos medios de comunicación, se ha elevado el perfil público y político de esta actividad. “La gente ha comenzado a tomar conciencia que el mar es parte de su patrimonio y que la crisis que enfrenta merece la atención de todos. Incluso, el propio subsecretario de Pesca reconoció recientemente que el tema pesquero muy pocas veces estuvo al tope de la agenda institucional como ahora”, subrayó Cañete. Desafíos Los últimos informes del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) reflejan demasiadas dudas sobre el estado del recurso, y hacen un llamado de atención en relación a la incertidumbre que existe en la evaluación de los recursos, con fuertes recomendaciones hacia un enfoque precautorio durante los próximos meses. “El año 2008 fue un año muy duro para todo el sector, pero lamentablemente, el 2009 puede ser aún un período más difícil si no se modifica el modo de relacionarnos con el ambiente marino, respetando sus límites, aprovechando racionalmente sus recursos, considerando el bien común y sosteniendo una visión de largo plazo”, opinaron desde la FVSA. Argentina cuenta con herramientas, tecnología, recursos y la aparente voluntad política para transformar esta crisis en una oportunidad para el cambio. "Es por ello que, desde Vida Silvestre, consideramos que para capitalizar todas estas oportunidades, durante el 2009 debería iniciarse un proceso formal convocado por las autoridades, con la participación del sector pesquero y la sociedad civil, para desarrollar un nuevo modelo de gestión pesquera basado en el ecosistema que promueva el desarrollo sustentable de esta significativa actividad", finalizaron.

La crisis mundial hace historia, por primera vez Toyota anuncia perdidas

El fabricante de vehículos Toyota anunció hoy en un comunicado que en el presente año fiscal registrará unas pérdidas por operaciones de 150.000 millones de yenes (1.668 millones de dólares) a causa de la crisis económica mundial. Según estos datos, este será el primer año con pérdidas en este capítulo de la compañía desde que comenzó a anunciar sus resultados públicamente en 1940. A pesar de las pérdidas en la actividad de venta de vehículos de la compañía, Toyota prevé un beneficio neto de 50.000 millones de yenes (556 millones de dólares) al final del año fiscal, que termina en marzo. Estos datos suponen un revés muy importante en comparación con los del año pasado, cuando logró 2,27 billones de yenes (25.235 millones de dólares) de beneficio por operaciones y 1,72 billones de yenes (16.465 millones de dólares) de beneficio neto. La revisión a la baja se debe al desplome de las ventas de Toyota en todo el mundo, pero especialmente en EEUU y Europa, unido a una fuerte apreciación del yen frente al dólar, que ha perjudicado los resultados financieros del gigante del motor. Un yen muy caro dificulta las exportaciones de vehículos de Toyota y diezma los beneficios de la compañía obtenidos en el extranjero una vez repatriados. Toyota, el primer fabricante de automóviles del mundo, anuncia esta revisión a la baja de sus resultados sólo un mes y medio de que anunciara un recorte en sus previsiones con la publicación de sus resultados de los primeros seis meses del año fiscal.