El juez Claudio Bonadío, a cargo de la investigación que intenta establecer las causas del accidente que provocó la muerte de 50 personas y más de 700 heridos, arribó este mediodía a la estación de Once junto a otros funcionarios judiciales para hacer los peritajes en la formación que protagonizó la tragedia.
En este momento se desarrollan los allanamientos ordenados por el magistrado, quien se encuentra en la estación Miserere con la junta de peritos para investigar el siniestro.
Bonadío pasó por el lugar donde se encuentran el primer y el segundo vagón, donde se concentró la mayor cantidad de pasajeros heridos y fallecidos. Pero hasta ahora no dialogó con la prensa.
El juez constituyó una junta de peritos ingenieros para que realicen los estudios técnicos y ordenó un examen de alcoholemia al "motorman" del tren del que aguarda los resultados, entre otras medidas dispuestas por el magistrado.
El examen al conductor es de rutina y su realización no implica la presunción sobre un supuesto estado de ebriedad, explicaron las fuentes.
Fuentes judiciales confirmaron que el juez constituyó una junta de tres peritos ingenieros, dos de la Universidad de Buenos Aires y uno del cuerpo de expertos de la Corte Suprema de Justicia, para que realicen los estudios técnicos necesarios.
En tanto, el juez ya notificó a la empresa, a la secretaria de Transporte y a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte para que propongan los "puntos de pericia" y que designen un "perito de parte" para que sume a los oficiales.
El juez aguarda además un informe acerca de las comunicaciones desde la cabina del "motorman" con la base operativa, según indicaron las fuentes.
Por otra parte, la actividad de la Morgue Judicial "será ininterrumpida hasta la finalización de las tareas médico legales a su cargo”, indicó esa dependencia.
La Morgue se comprometió a contribuir a "la más rápida y eficaz resolución de la catástrofe y el impacto social que ha provocado, poniendo a disposición todos los recursos humanos y materiales disponibles”.
