Siguen los temblores en los mercados peo Wall Street esta minimamente equilibrado y se derrumban en Asia y Europa

Tras el nuevo desplome de ayer, las bolsas siguen en un sube y baja. Después de un mal arranque de la jornada bursátil, los mercados parecieron estabilizarse, llegaron a mostrar algunas subas, volvieron a caer y, ahora, al menos Wall Street opera en equilibrio. Las bolsas de Europa y Asia cerraron cuando reinaba la inquietud y registraron fuertes retrocesos, mientras que la de Buenos Aires recorta las pérdidas pero cede un 1,26% y el Bovespa paulista pierde un 5,39%. En otra jornada de elevada volatilidad y en la que hubo tanto buenas como malas noticias para la economía global, Wall Street mostró una suba inicial de más del 1%, una pérdida posterior de cerca del 4% y una nueva recuperación. A las 13 locales, el industrial Dow Jones gana un 0,06% y el tecnológico Nasdaq, un 1,13%, mientras que el más amplio Standard & Poor's 500 todavía muestra un rojo del 0,33%. La jornada bursátil había arrancado con fuertes caídas en Asia. El índice Nikkei de la bolsa de Tokio, que ayer había cerrado antes de que el pesismismo volviera a inundar los mercados, perdió un 11,41%; el Kospi surcoreano, un 9,44%, y el Hang Seng de Hong Kong, un 5,11%. Tras esa apertura, las bolsas europeas abireron con una marcada baja. La tendencia se frenó momoentáneamente cerca del arranque de Wall Street para luego volver a profundizarse. El FTSE de Londres cayó un 5,35%; el DAX alemán, un 4,91%, y el CAC parisino, un 5,92%. En Buenos Aires, el índice Merval pierde un 1,26%, después del derrumbe del 12,14% de ayer, y en San Pablo el Bovespa, aunque recortó las pérdidas, sigue mostrando un profundo retroceso del 5,39%, tras haber caído ayer un 11,39%. La crisis sigue golpeando a los bancos más importantes del mundo Finalmente, el Gobierno suizo salió al rescate del mayor banco del país, el UBS, que fue uno de los primeros bancos importantes en verse afectados por la crisis de las hipotecas subprime, a las que estaba fuertemente expuesto. La jornada, además, ya mostró cómo los principales bancos estadounidenses siguen golpeados por la crisis, mientras que el titular del mayor banco español se despegó de los problemas y aseguró que la banca ibérica no necesita auxilio del Estado. Tras semanas de negociaciones secretas, el Banco Nacional de Suiza (BNS) aceptó la transferencia de 60.000 millones de dólares en activos "tóxicos" de UBS –considerado el mayor banco del mundo en administración de fortunas- a un fondo especial que será totalmente controlado por la entidad pública. Según UBS, cuando la transacción haya sido completada, su exposición a activos dudosos será "cercana a cero", comparada con los 44.200 millones de dólares al pasado 30 de junio. La Confederación Helvética pasará a tener el 9,3 por ciento del capital del banco. En tanto, los bancos estadounidenses Citigroup y Merril Lynch dieron a conocer hoy sus balances del tercer trimestre que, como era previsible, evidencian que la crisis sigue golpeándolos con fuerza. El primero, el mayor grupo financiero norteamericano, mostró un rojo de 2.800 millones de dólares, que eleva a 20.000 millones de dólares las pérdidas acumuladas en un año. El segundo perdió 5.200 millones de dólares en su quinto trimestre consecutivo en rojo; ya suma pérdidas por unos 25.000 millones de dólares. En medio de ese contexto, el presidente del Santander, el primer banco español, Emilio Botín, salió a poner distancia. "Las entidades españolas –aseguró- no necesitan la toma de participaciones por parte del Gobierno, como ha ocurrido en otros mercados, dada su solvencia y fortaleza". El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero adoptó el lunes medidas que le permiten ingresar en el capital de los bancos, a fin de socorrerlos si fuese necesario, aunque precisó que era una medida preventiva. Hasta ahora, el sistema bancario español mostró una gran resistencia a las turbulencias.

El Gobierno adopta medidas para frenar importaciones de Brasil y China

En una decisión que responde del pedido al Gobierno en el que coincidieron ayer los industriales y los sindicatos para que se adopten medidas que resguarden el nivel de actividad y el empleo, la Aduana anunció una serie de disposiciones dirigidas a limitar las importaciones de Brasil y China. La titular de la Aduana, Silvina Tirabassi, anunció que el Gobierno dispuso nuevas medidas para frenar el ingreso de textiles, electrodomésticos de línea blanca y productos metalúrgicos vinculados a la industria de las motos para garantizar el ritmo de la producción nacional. "Lo que hicimos fue agregar unos 50 valores criterio para el ingreso de productos (textiles) de Brasil y China que antes no estaban arancelados", explicó Tirabassi. Lo mismo se hizo con 20 productos de electrodomésticos y 50 vinculados a la industria de las motos. La titular de la Aduana dijo que también se van a empezar a realizar extracciones de muestras de productos de dudosa procedencia para verificar que no existan triangulaciones que busquen ocultar el origen de las importaciones. Por el momento no se dieron a conocer más detalles de los nuevos arancelamientos. Ayer, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación General del Trabajo (CGT) coincidieron en un pedido al Gobierno para que se proteja a la industria nacional en medio de la crisis financiera global y, en particular, de la devaluación que experimentó en las últimas semanas el real brasileño. Las coincidencias llegaron hasta ahí: los industriales reclamaron también un dólar más alto y los sindicalistas, mayor protección ante despidos. La aplicación de mecanismos para limitar las importaciones de Brasil no es del todo nueva para el kirchnerismo, aunque sí lo es el contexto. Ya en 2004, durante el gobierno de Néstor Kirchner y con Roberto Lavagna como ministro de Economía, la Argentina había dispuesto salvaguardas no automáticas para una serie de productos sensibles.

MAR DEL PLATA: 400 a 1400 dólares las entradas para la final en la Copa Davis

Los precios de los abonos para la final de la Copa Davis de tenis que se disputará del 21 al 23 de noviembre en el estadio Polideportivo Islas Malvinas de la ciudad de Mar del Plata óscilarán entre 400 y 1.400 dólares, según se informó desde la Asociación Argentina de Tenis (AAT). Arturo Grimaldi, vicepresidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), dio a conocer la información y estimó que en los tres días de competición entre los equipos de Argentina y España la recaudación rondará los cuatro millones de dólares. Si bien se conoce el valor, aún no tiene fecha el día del comienzo de venta de los tíckets, ni dónde se expenderán. Aunque serán pocos los afortunados que podrán comprar los abonos. Es que de los 11 mil boletos estimados, se sabrá bien la cantidad cuando finalicen las obras en el Polideportivo Islas Malvinas, 1.100 serán vendidos a los españoles, 2mil serán de protocolo, otros 2 mil irán a clubes del interior y a las federaciones (si no se agotan, el remanente se pondrá a la venta), y 1.500 serán destinados a las carpas y stands. En tanto, prosiguen la obras en el escenario de la serie para ampliar su aforo de 6.500 a alrededor de 11.000 plazas mientras que los concejales aprueban la conformación de un Consorcio de Gestión para la ejecución y el control de las mismas. El Consorcio, que contará con el control externo del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires, será creado con el único propósito de ocuparse de la organización de la final de la Davis y se prevé que sus funciones concluyan cuando finalice el torneo.