El equipo milrayitas tuvo una mala noche en defensa, le dio muchas ventajas a su rival y perdió claramente ante Boca 111 a 104 en el segundo encuentro de la serie de cuartos de final de la Liga Nacional de Básquetbol. De esta manera la serie quedó igualada en uno y sigue el próximo sábado en la Bombonerita. Juan Espil fue el gran protagonista de la noche con 29 puntos. Román González anotó 22.
Una mala noche para Peñarol desde el inicio del partido. Una defensa débil que nunca pudo frenar el ataque Boquense. Tres jugadores visitantes superaron los 20 puntos. Espil 29, Edwards 25 y Alston 26. Clara muestra de los huecos de la defensa milrayitas.
A pesar que en el tercer cuarto se retiró lesionado quien era la figura, el americano Edwards, y eso motivó un repunte del equipo local que llegó a igualar el juego en 73, Espil se encargó de cada ataque y puso a su equipo nuevamente en ventaja.
El técnico Hernández nunca pudo encontrarle la vuelta al juego, sus jugadores no les respondieron e incluso llegó al punto de jugar con varios suplentes en la búsqueda de soluciones.
Una serie muy equilibrada. Falta mucho todavía. De aquí al sábado Peñarol deberá trabajar mucho en lo anímico y buscar en Buenos Aires al menos un juego para definir la serie en Mar del Plata.
Feliz
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lunes, 6 de abril de 2009
MAR DEL PLATA: Cuesta arriba para el milrayitas
El equipo milrayitas tuvo una mala noche en defensa, le dio muchas ventajas a su rival y perdió claramente ante Boca 111 a 104 en el segundo encuentro de la serie de cuartos de final de la Liga Nacional de Básquetbol. De esta manera la serie quedó igualada en uno y sigue el próximo sábado en la Bombonerita. Juan Espil fue el gran protagonista de la noche con 29 puntos. Román González anotó 22.
Una mala noche para Peñarol desde el inicio del partido. Una defensa débil que nunca pudo frenar el ataque Boquense. Tres jugadores visitantes superaron los 20 puntos. Espil 29, Edwards 25 y Alston 26. Clara muestra de los huecos de la defensa milrayitas.
A pesar que en el tercer cuarto se retiró lesionado quien era la figura, el americano Edwards, y eso motivó un repunte del equipo local que llegó a igualar el juego en 73, Espil se encargó de cada ataque y puso a su equipo nuevamente en ventaja.
El técnico Hernández nunca pudo encontrarle la vuelta al juego, sus jugadores no les respondieron e incluso llegó al punto de jugar con varios suplentes en la búsqueda de soluciones.
Una serie muy equilibrada. Falta mucho todavía. De aquí al sábado Peñarol deberá trabajar mucho en lo anímico y buscar en Buenos Aires al menos un juego para definir la serie en Mar del Plata.
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