En los grandes centros de ventas hubo un crecimiento en las ventas

La tendencia ciclo de la serie se incrementó 2,1%, consolidando la recuperación que se observó en agosto. La apreciación del real se constituyó en un factor clave del aumento de la actividad del sector comercial más vinculado con la suerte del turismo regional. La Encuesta de Centros de Compras (Shopping Centers), del Indec relevó 33 establecimientos, de los cuales 18 se encuentran ubicados en la Ciudad de Buenos Aires y los 15 restantes, en el conurbano bonaerense. El sondeo arrojó que las ventas a precios corrientes con estacionalidad en septiembre de 2009 alcanzaron a $702,9 millones, lo que significó un incremento de 22,8% en relación a igual mes del año anterior. La variación interanual de las ventas de los primeros nueve meses de 2009 registró un aumento de 8,1% respecto a igual período del año anterior. Señales de inconsistencias con la realidad A los precios que toma el Indec para el cálculo de la tasa de inflación, de 0,7% en el mes y sólo 4,5% respecto de septiembre de 2008, el consumo de tipo suntuario acusa un singular ritmo de crecimiento, el cual no parece corresponderse con la retracción general de la economía en general y del turismo en particular. Y si bien en los últimos meses, a partir de la fuerte apreciación del real, que posibilitó una notable mejora del poder de compra de los turistas brasileños en la Argentina, se observó una clara tonificación de la actividad, pareciera que nunca estuvo a la altura de la variación que muestra la estadística oficial. Con una tasa real de inflación que los economistas privados estiman en torno a 13% anual y un ajuste del tipo de cambio nominal de más de 20% en los pasados 12 meses, el crecimiento nominal de la facturación de los centros de compras en 22,8% en septiembre y 8,1% en el acumulado de los primeros nueve meses, en ambos casos en comparación con un año atrás, arroja un aumento en moneda constante del orden del 6% en el primer caso y caída real de 6% en el segundo. Los sectores más dinámicos fueron de indumentaria, calzado, electrónica y en menor medida, perfumería y farmacia. Por el contrario se mantuvieron contractivos los gastos en patios de comida y actividades de esparcimiento.