En los bancos argentinos crece la rentabilidad

Kirchner reclamó a los banqueros presentes que se incrementen las líneas de crédito y sus facilidades de acceso. " Nos gustaría que presten un poquito más", sentenció la jefe de Estado y abrió así una incógnita difícil de resolver si se tienen en cuenta los buenos balances de los bancos. Los balances oficiales de las firmas bancarias que operan en el país revelan que sus ganancias se incrementaron con fuerza en los últimos tres años, casi sin padecer efecto alguno por los coletazos de la crisis financiera internacional. Los números revelan, por ejemplo, que Santander elevó sus beneficios de 265 millones de pesos (en 2007) a 1005,4 millones de pesos, según el último informe de la firma sobre los resultados de 2009 . La empresa incrementó así hasta cuatro veces sus dividendos por operaciones en la Argentina. Pero el Santander no es el único. Otras de las empresas que registraron similares situaciones hacia fines de 2009 son el banco Galicia (ganó 153 millones de pesos); el banco Macro (679 millones de pesos); Francés (674 millones de pesos); Citibank (522.6 millones de pesos); Hipotecario (187 millones de pesos); Standard (95,6 millones de pesos); Patagonia (402 millones de pesos); Credicoop (53,2 millones de pesos), y HSBC (123,4 millones de pesos). Desde el 2007 hasta finales del año pasado, se puede concluir en que el sistema financiero gozó de una privilegiada salud en el mercado local. Las ganancias totales casi se duplicaron y ascendieron a 8.048 millones de pesos en momentos en los que la debacle internacional causaba estragos en el exterior. Sin embargo, pese a los buenos resultados, la Argentina se ubica junto a Venezuela y Ecuador entre las naciones que menos porcentaje destinan de su Producto Bruto Interno (PBI) a los créditos para el sector privado, cuyo avance es clave en la marcha de la economía. Actualmente los depósitos en los bancos con negocios en el país representan alrededor del 25%del PBI, pero sólo 12% se utiliza para los préstamos, un porcentaje poco eficiente ante la creciente demanda y que puede calificarse como paupérrimo si se compara con la situación en el exterior: los vecinos Brasil y Chile utilizan más del 50% de su PBI, y en potencias como los Estados Unidos, Alemania o Japón se direccionan montos equivalentes al 100% del PBI para financiar la actividad privada. Se entiende así el reclamo de la mayoría de los empresarios que participaron ayer del almuerzo con la Presidente Cristina Kirchner. Todos coincidían al cuestionar las dificultades vigentes para acceder al crédito y en manifestar su indignación por la falta de préstamos a pesar de las buenas ganancias de los bancos. Algunas de las voces más fuertes fueron las de los ejecutivos José Luis Basso, CEO del grupo Basso (autopartes), Juan Carlos Lascurain, de la Asociación de Industriales Metalúrgicos, y Héctor Méndez, de la Unión Industrial Argentina. Esta problemática, que ahora tomó trascendencia con el reclamo público de la Presidente, también se siente en el común de la sociedad, con las restrucciones a los créditos hipotecarios y otras líneas de préstamo para el consumo hogareño.