MAR DEL PLATA: Entra las cámaras y el SOMU siguen las cosas igual de mal

Una nueva audiencia se llevó a cabo en el Ministerio de Trabajo de la Nación, entre las cámaras empresariales de la pesca y el Sindicato Unido de Obreros Marítimos que lidera Omar "Caballo" Suárez, donde no se arribó a ningún acuerdo salarial. “Lo que plantea el SOMU es tener el salario mínimo vital y móvil como básico, y sobre eso hay flotas que lo pueden pagar, mientras que otras lo podrían afrontar sólo si existiese una compensación o una reducción de los valores de captura”, explicó a Guillermo Jacob, presidente de Capeca. Sigue latente la posibilidad de que se reinicien las medidas de fuerza. Cabe tener en cuenta que por estas horas vence la prórroga de la conciliación obligatoria y las opciones no son muchas: se amplía la prórroga o se libera a las partes en conflicto, lo que podría reactivar las medidas de fuerza por parte del SOMU. La situación de las diferentes flotas es distinta de una a otra y las posibilidades de dar respuesta también: las empresas que centran el negocio pesquero en el calamar sostienen que después de dos años pésimos no podrán acceder a las pretensiones gremiales, la temporada está prácticamente terminada, la mayoría de los barcos están en puerto y no tendrán actividad hasta el año que viene. En tanto, las empresas que cuentan con barcos tangoneros son las que mayor presión sienten ante un eventual reinicio de un paro porque es en este momento cuando mejor están pescando. Los buques congeladores dedicados a la pesca del langostino están concentrados en la jurisdicción nacional logrando muy buenos rendimientos desde el 5 de junio cuando se habilitó esa pesquería. Una huelga de la marinería en este momento les provocaría un perjuicio económico muy fuerte, y es por ello, que son los que insisten en que se debe seguir negociando, pero trabajando. REALIDADES DIFERENTES “Lo que plantea el SOMU es tener el salario mínimo vital y móvil como básico, y sobre eso hay flotas que lo pueden pagar, mientras que otras lo podrían afrontar sólo si existiese una compensación o una reducción de los valores de captura”, explicó Guillermo Jacob, presidente de Capeca. Respecto de las posiciones que asumen las pesqueras frente a este conflicto se sabe que no todas tienen una misma visión, ni las mismas prioridades, y el tal sentido opinó que “el frente empresario ha sido siempre muy heterogéneo y la situación de las empresas es muy diferentes, unas de otras, por lo tanto el trabajo nuestro de conducir la cámara, en circunstancias como estas, es tremendamente arduo. Es difícil contemplar los intereses de todos y en función de eso se trabaja y se hacen las propuestas que pueden parecer distantes”, señaló el empresario. BLOQUEO DE EXPORTACIONES En este marco, se negocia con la espada de Damocles sobre la cabeza porque no ceder puede significar no poder salir a pescar o estar impedidos de sacar los productos al exterior, como ocurriera semanas atrás. “Hay realidades distintas, por caso los poteros no van a tener conflicto grave hasta la próxima temporada porque esta ya está terminada, y el resto de las flotas tienen latente que si no se logra algún tipo de acuerdo, en las próximas semanas se avizoran medidas de fuerza”, consideró Jacob. El titular de la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina sostuvo que sigue habiendo una brecha entre lo reclamado por el gremio y lo ofrecido por las empresas. “Les hemos transmitido propuestas por escrito y han sido rechazadas por el gremio. Ellos traen otra contrapropuesta, pero todavía estamos lejos de un acuerdo”, describió.