Se cumple 20 años del robo de un mexicano a todos los argentinos

Pasaron 20 años de la última vez que la Selección disputó la final de una Copa del Mundo. Un 8 de julio, pero de 1990, el equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo se veía las caras con Alemania, repitiendo el partido decisivo de México 86. Argentina llegaba diezmada al choque que se disputó en el Estadio Olímpico de Roma: Claudio Caniggia, Julio Olarticoechea y Sergio Batista, suspendidos; Oscar Ruggeri, en una pierna; y Diego Armando Maradona con una lesión en el tobillo que atentó contra su rendimiento en toda la Copa. Pese a esto, los alemanes -que llegaban como firmes candidatos- respeteban a los dirigidos por Bilardo y sabían que iba a ser muy difícil doblegarlos. Argentina había dejado en el camino a pesos pesados de la talla de Brasil e Italia. Con todo el estadio en contra de la "albiceleste", el árbitro mexicano Edgardo Codesal Méndez tuvo una actuación que quedaría marcada a fuego en la memoria colectiva de los argentinos. Argentina jugó con un hombre menos desde los 20 minutos del complemento, ya que Pedro Monzón (había ingresado por Ruggeri) le entró muy fuerte a Jürgen Klinsmann y se convirtió en el primer jugador en ser expulsado en una final de Mundial. Los alemanes dominaron las acciones, pero tuvieron muchos problemas para generar peligro ante la valla defendida por Sergio Goycoechea. Cuando el partido se moría e iba indefectiblemente al alargue, Matthäus metió la pelota en profundidad para Völler, este ingresó en el área y cayó tras un cruce de Roberto Sensini. A sólo seis minutos del cierre, Codesal no dudó: salió disparado al punto del penal, y en medio de la incredulidad y el reclamo airado de todos los futbolistas argentinos, señaló la pena máxima. La última esperanza quedó en las manos de "Goyco", el héroe que con sus atajadas permitió al equipo avanzar hasta la instancia decisiva. Sin embargo, el remate de Brehme fue perfecto, los alemanes se tomaron revancha y las lágrimas de Maradona -mirando cómo el rival le "robaba" la Copa- se convirtieron en un nuevo ícono del fútbol argentino.