Por los cortes que perjudican a turistas argentinos el Gobierno expresó su preocupación

Luego de que un conflicto en la ciudad de Punta Arenas y la región magallánica chilena mantuviera incomunicada desde el jueves a la isla de Tierra del Fuego con el vecino país, la Cancillería argentina informó que se desarrollaron intensas negociaciones de la Embajada local en Santiago y el Consulado General en Punta Arenas con autoridades regionales, nacionales y los asambleistas. Como resultado de ello, ayer evacuaron de esa ciudad chilena a unos 250 argentinos vía terrestre y otros 113 en dos aviones de la Fuerza Aérea dispuestos por el gobierno nacional. Encabezada y coordinada por el Cónsul adjunto en la ciudad de Punta Arenas, Marcelo Balbi, la evacuación terrestre comenzó ayer a la mañana en 47 vehículos con los cuales se trasladaron a 250 personas. Por la tarde comenzó el operativo aéreo, con un avión F-28 de la Fuerza Aérea, que partió desde la Base de El Palomar rumbo a Río Gallegos, y desde allí se trasladó a Punta Arenas, donde recogió a 79 pasajeros, para retornar luego a la capital santacruceña. A la par, otro avión de la Fuerza, un SAAB-340, despegó desde Comodoro Rivadavia, y tras, una escala en Río Gallegos, arribó a Punta Arenas para embarcar a 34 ciudadanos argentinos, y trasladarlos a las ciudades fueguinas de Ushuaia y Río Grande. El Consulado General de la República Argentina en la ciudad de Punta Arenas brindó asistencia permanente a los argentinos afectados y dispuso de los medios necesarios para proveer alimentos, alojamiento y atención sanitaria. En este contexto, autoridades de la Cancillería argentina se comunicaron con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile para expresar su preocupación por la situación en la zona y solicitar se arbitren los medios para el restablecimiento del acceso y la salida a la isla de Tierra del Fuego, haciendo hincapié en la importancia fundamental que tiene desbloquear el único paso de comunicación terrestre de la isla con el continente para la circulación de personas, camiones y mercancías. Los habitantes de la región de Magallanes comenzaron el miércoles pasado un paro indefinido para protestar contra el anuncio del gobierno de incrementar a partir de febrero un 16,8% el precio del gas en una zona donde es un producto de primera necesidad debido a las bajas temperaturas a lo largo de todo el año.