MAR DEL PLATA: Fue todo una gran fiesta

Una noche fantástica se vivió en el estadio Polideportivo Islas Malvinas. El básquetbol de Mar del Plata, una vez más, brindó un ejemplo de organización. Familias enteras, amigos, parejas, todos reunidos bajo un mismo techo con un sólo objetivo: celebrar. Peñarol gritó que es bicampeón de la Liga Nacional de Básquet, El estadio fue una olla a presión. Desde temprano mucha gente merodeó las adyacencias del Poli, muchos buscando conseguir una entrada de reventa. Todas las localidades se agotaron el sábado y por tal motivo, la señal de TyC Sports se abrió para que la ciudad pudiera ver este espectáculo por TV. Adentro del máximo escenario cerrado de Mar del Plata, casi 8.500 personas colmaron las instalaciones sin dejar hueco alguno. Hasta las escaleras fueron asiento para el público, que hizo de todo una fiesta. Pese a la prohibición del CoProSeDe, no faltaron los papelitos. Rollos que fueron pasando de mano en mano para luego ser tirados en la presentación formal del equipo. Las banderas de siempre, y el canto eufórico de la hinchada, acompañado por el de aquellos que se acercaron al básquet por primera vez. Afuera, con el frío marplatense en su máxima expresión, la gente tuvo que caminar varias cuadras para poder estacionar (peor aún en la salida, ya con lluvia). El departamento de Tránsito de la comuna impidió dejar los vehículos de forma desprolija sobre la Avenida Juan B. Justo, y por tal motivo muchos dejaron sus coches hasta la Avenida Juan J. Paso. Antes del inicio del partido, el presidente de Peñarol Domingo Robles y el tesorero Daniel Sirochinsky recibieron una plaqueta por parte del Centro de ex Combatientes de Malvinas, que en sus instalaciones de la calle Misiones reciben a los juveniles del club para entrenar durante la semana, mientras se construye el nuevo gimnasio Américo Gutiérrez. A su vez, Peñarol les entregó una camiseta. La gente entregó un aplauso cerrado. Más emocionante aún fue el aplauso para el recuerdo de Homero Rasch, jugador de Peñarol de quien se cumplieron el sábado 10 años de su fallecimiento en un accidente automovilístico en San Francisco (Córdoba), donde jugaba en el TNA. No se observó demasiada presencia del ambiente basquetbolístico nacional en el estadio. Ni Julio Lamas (DT del seleccionado) ni ex jugadores. Los ex entrenadores de Peñarol Guillermo Narvarte y Carlos Romano sí estuvieron como es costumbre en estas instancias. Pero más llamó la atención la presencia del futbolista marplatense Walter Erviti, que por la tarde jugó los 45 minutos iniciales para Boca Juniors, que igualó 2 a 2 con Quilmes. El mediocampista se ubicó en la tribuna revatible ubicada detrás del aro que da al Patinódromo Municipal y se quedó hasta los festejos. Vale destacar la prolija organización para la entrega de la copa al campeón. Se cambió la rutina habitual del podio en el centro del campo de juego. Al estilo "Champions League", los jugadores recibieron el trofeo en el palco vip del estadio, bajo una lluvia de pequeños papelitos azules y blancos lanzados con velocidad. Luego, "Tato" Rodríguez tomó la palabra para todo el público, visiblemente emocionado. Lo siguió Leo Gutiérrez, que se animó a más: "Nunca en la historia un equipo ganó un tricampeonato de Liga Nacional, asi que el año que viene vamos por más". Luego hablo Martín Leiva y, especialmente, Sergio Santos Hernández, ovacionado por todo el estadio. "Qué cagazo se pegaron hoy eh....", fueron las primeras palabras del "Oveja", en alusión al luchado encuentro con Atenas. El entrenador, definitivamente, pareció despedirse de la gente, que insistió con que se quede. Dos frases lo marcan: "sea en 2, 4, o 20 años...seguiré siendo hincha de Peñarol" (como diciendo "cuando vuelva, no importa cuándo, seguiré con ustedes.."). Y cerró con una frase que utilizó, como primera impresión, cuando fue presentado oficialmente como entrenador "Milrayitas" en el gimnasio Américo Gutiérrez: "ustedes están totalmente locos". Luego, el entrenador manifestó ante la prensa: "es difícil razonar con este marco...si me preguntan ahora, me quedo acá para siempre. Pero no es momento para hablar de eso". Lo cierto es que Sergio Hernández difícilmente siga en Peñarol, tras cuatro exitosas temporadas. Néstor "Che" García es el candidato de la gente, y de parte de la dirigencia, por su pasado y experiencia. Pero también circuló la versión de que Fernando "Tulo" Rivero -ayudante de Hernández- podría tener una oportunidad. Volviendo a la coronación, tras recibir la copa en el Palco Vip, el plantel completo volvió al campo de juego para continuar festejando. Leonardo Gutiérrez trepó con el trofeo hasta lo más alto de una de las jirafas para observar todo desde allí, y a continuación se hizo el tradicional corte de redes. Ya con la gente en la calle, el plantel tuvo un festejo íntimo en uno de los salones del Polideportivo que duró poco, porque llegó el momento de la caravana sobre un micro descapotable. Todos al monumento al Gral. San Martín, en Avenida Luro y Mitre, con una larga fila de vehículos acompañando. Más tarde, los jugadores con sus familiares y la dirigencia fueron a cenar a un restaurant de calle Olavarría. Una verdadera fiesta. ¿Cómo no celebrar un bicampeonato de Liga Nacional, si este club conoció los vaivenes económicos y deportivos de viejas flacas épocas? Peñarol retuvo el título y sigue haciendo historia. Y como sus protagonistas ya lo dejaron en claro, irán por más.: