Meticuloso como pocos, Marcelo Bielsa quiso asegurarse de dejar todo preparado antes de viajar hacia Argentina para disfrutar de unas vacaciones en las que no faltaron los llamados directos hacia España para controlar. Es que el “Loco” había dejado encomendado cada uno de los pasos a seguir a la empresa constructora que se encargaría de realizar todas las reformas en Lezama, el predio donde habitualmente el elenco vasco realiza sus prácticas.
Al encontrarse con un oscuro panorama en su retorno al País Vasco, Bielsa explotó. Se tomó a la fuerza con el jefe de obras por el incumplimiento de las tareas y citó a una conferencia de prensa tras el faltazo durante tres días en los entrenamientos. Allí dejó en claro todo: “Considero lo que hicieron como una estafa, un robo y un engaño. No cumplieron con lo prometido y todo estaba mal hecho”.
Más tarde, se hizo cargo de la agresión contra el jefe de obras y al mismo tiempo, subrayó que todo lo que había hecho fue por defender los intereses del club. Sin embargo, desde las autoridades de la institución bilbaína no recibió apoyo ni mucho menos. “El Athletic Club no comparte en absoluto la opinión de Marcelo Bielsa y pide disculpas a la empresa constructora y a sus trabajadores”, sentenció a través de un comunicado en la página web oficial del Bilbao.
En una reunión de último momento, el “Loco” se juntó con los dirigentes y podría producirse su salida de manera inminente, ya que molesto por la poca “banca” de parte de ellos, no estaría dispuesto a continuar. De hecho, algunos medios españoles ya señalan a Ernesto Valberde como un probable sucesor.
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