"Cuando me tuve que ir de la Fragata Libertad fue una puñalada en el corazón"

Suárez aseguró que durante la estadía forzada en el puerto de Tema, Ghana, los ocupantes de la Fragata Libertad no pasaron “ningun

a necesidad”. Contó, además, que durante esos días la convivencia fue “buena” y que no hubo nada que alterara la situación de la tripulación. El hombre, quien oficia de cantinero en el buque mientras éste se encuentra en misiones y vende pan casero durante los meses restantes, explicó el dolor que significó la orden de dejar la fragata para volver a la Argentina a la espera que una negociación permita el regreso del barco. “Cuando salí de la Fragata sentí un puñal en el corazón”, indicó Suárez en diálogo, quien reconoció que en ese momento tuvo “la misma sensación” que cuando falleció su padre. “Nosotros somos marinos de alma”, y “lo peor que se les puede decir a los marinos es que abandonen el barco”, aseguró. Suárez consideró que la fragata “es un pedazo de Patria que está anclado” y se mostró confiado en que el conflicto se va a solucionar. “Es un deber” traer a los 44 marinos que aún siguen allí, dijo, y advirtió: “Pero con el barco”. El hombre aludió así al capitán y a la dotación mínima de personal que se quedaron en Accra para resguardar y mantener la fragata. La Fragata Libertad permanece desde hace más de 20 días anclada en ese puerto ghanés debido a la decisión de un juez de ese país que hizo lugar a una demanda del fondo NML Capital Limited, uno de los acreedores que no aceptó los planes de renegociación de la deuda argentina.