Se vivieron momentos de tensión ante el intento de desalojo de la Fragata Libertad

Ivy Benson, periodista senior del diario The Chronicle, confirmó que los tripulantes que quedaron al cuidado de la nave argentina retenida en Ghana impidieron que las autoridades del puerto de Tema cumplieran con la orden judicial para mover la Fragata, ya que estaría impidiendo el normal funcionamiento de la terminal. Ese medio fue uno de los que informaron del hecho, que ocurrió en las primeras horas de la mañana del miércoles. Según el relato de los sitios de noticias ghaneses, al menos 10 marinos del buque de la Armada se instalaron en la cubierta portando armas y amenazaron con abrir fuego si el personal portuario se decidía a ingresar. Afirmaron, en ese sentido, que debían recibir órdenes del Gobierno para acceder a permitir la reubicación de la fragata. En medios de esa situación, Susana Pataro, la embajadora argentina en Nigeria, que también oficia en Ghana, llegó al lugar para mediar en el conflicto. También lo hizo un oficial de la fuerza naval ghanesa, Akoto Bunso. Ambos lograron subir a la embarcación por la tarde, cuando los marinos accedieron a deponer las armas. Después de los momentos de tensión, las autoridades portuarias recibieron la orden de interrumpir el suministro de servicios públicos a la nave, reportó el portal del Daily Guide. La nave-escuela de la Armada se encuentra retenida en la ciudad de Accra luego que la Justicia hiciera lugar a un pedido de un grupo acreedor que reclama el pago de bonos adeudados por Argentina. Tras el fracaso de una negociación bilateral, el Gobierno comunicó que seguirá buscando su liberación en organismos y foros internacionales. El Poder Ejecutivo dispuso el 24 de octubre el regreso al país de la mayoría de los tripulantes, aunque dejó una dotación mínima junto al capitán para que quede al cuidado del buque. Semanas atrás, la Justicia de ese país africano ordenó mover la Fragata del lugar donde está amarrada, ya que entorpece la navegación de otros barcos. El objetivo es que salga del muelle 11, por donde navegan barcos con contenedores, y sea reubicado en el seis, menos ocupado. Sin embargo, Argentina se negó a cumplir el traslado y recurrió la decisión.