Cristina Kirchner: "No soy eterna ni lo quiero ser"

La presidente Cristina Kirchner se presentó en la localidad santacruceña de Las Heras, donde anunció obras para la zona y aprovechó la ocasión para referirse a diversos temas de interés nacional: el futuro, el control de la obra pública, la delincuencia y la actitud de algunos opositores. Cuando promediaba su discurso, luego de destacar la importancia de haber recuperado YPF tras la privatización y "desnacionalización", la jefa de Estado apuntó al futuro con una frase resonante. "Cuídense, argentinos. Yo no soy eterna ni lo quiero ser. Siempre pueden decir 'esto anda mal, que vuelva nuevamente a las manos privadas'", advirtió la mandataria. "No hay un sector privado mejor que el público ni el público mejor que el privado, hay buenos gestionadores (sic) en los dos lados; demos el ejemplo entonces, desde aquí de Santa Cruz", indicó Cristina Kirchner. "Tenemos que demostrar que no podemos matar a la gallina de los huevos de oro, hay que cuidarla todos los días. Quiero pedirles a los santacruceños que me ayuden, porque es muy difícil la tarea que tengo que llevar adelante como Presidente", reclamó. Mensaje sobre la obra pública En otro fragmento de su discurso, la jefa de Estado anunció la construcción de la terminal de ómnibus de Las Heras y, de manera indirecta, realizó una aclaración significativa, ante las denuncias por licitaciones sospechosas que surgieron en las últimas semanas, que involucrarían al kirchnerismo. "Un viejo sueño de Las Heras es la terminal, cuyo contrato se acaba de firmar y obviamente será licitado y ejecutado por la municipalidad, pero con un control por parte de YPF y con la certificación de obra, como corresponde, para hacer las cosas bien", destacó Cristina Kirchner. En el mismo sentido, apuntó. "Nadie va a robar nada porque vamos a controlar todo, quedate tranquila, quedate tranquila... (dijo mirando a una militante), que todos somos buenos, pero cuando nos vigilan somos mucho mejor". La estigmatización de las villas La delincuencia también estuvo en la mira de la Presidente, que expresó su "dolor y preocupación" por el "asesinato" de un policía en Villa Luzuriaga y aseguró que se está "trabajando mucho" para "cuidar y vigilar en todas partes, porque la seguridad es de todos y los delincuentes están en todas partes". De inmediato se refirió a las etiquetas que se les ponen a las diversas clases sociales al momento de relacionarlas con los hechos delictivos; al respecto, pidió no estigmatizar a las villas y recordó que el narcotraficante Mi Sangre, que fue intensamente buscado, "no lo encontraron en ninguna villa ni en ningún asentamiento, vivía en Nordelta". La mezquindad opositora En el tramo final de su alocución, Cristina Kirchner volvió a reclamar colaboración para gobernar y deslizó críticas al gobernador santacruceño Daniel Peralta, con quien está enfrentada abiertamente. "Tenemos que volver a hacer esa Santa Cruz donde no había violencia ni patotas y todos nos uníamos. Les pido que me ayuden a gobernar, que no me pongan palos en la rueda; si no, es demasiado injusto y difícil seguir adelante". Esa introducción fue la manera que eligió para comenzar a responderle a Ernesto Sanz (UCR), quien había deslizado que para sus intereses electorales era conveniente que la economía no funcionara del todo bien. "Me pareció tan mezquino… les juro por la vida de mis hijos, que es lo que más quiero, que, en los años que llevo de militancia, jamás se me ocurrió que para llegar a algún lado tenía que fracasar otro. Eso no es de gorilas (aclaró, ante el grito de una militante), es de vagos y de mediocres, porque si sos más inteligente y laburás, seguro le podés ganar en vez de esperar que a otro le vaya mal", concluyó.