En Wall Street y la Bolsa caen las acciones de YPF

Los inversores permanecen atentos a la evolución de la petrolera YPF, tras el anuncio oficial del congelamiento de precios de los combustibles por seis meses. Y tanto en el plano local como internacional, las acciones abrieron con pérdidas. En la bolsa porteña, los títulos lideran la caída con una baja del 3,72%, mientras que el índice Merval desciende un 0,57 por ciento. Las petroleras operan hoy con una tendencia negativa: Petrobras Argentina cae un 0,24% y Pampa Energía un 1,47 por ciento. En Wall Street, las American Depositary Receipts (ADR) de la petrolera también abrieron a la baja, en este caso del 3 por ciento. Hoy son las acciones argentinas con mayor caída en Estados Unidos. El gobierno nacional ordenó congelar los precios de la nafta y el gasoil durante seis meses tomando como referencia el valor máximo que alcanzaron los combustibles este martes 9 de abril. La medida, que fue informada a través de la Resolución 35/2013 del Boletín Oficial, fue ordenada por la Secretaría de Comercio Interior conducida por Guillermo Moreno y empezará a regir a partir de este jueves 11 de abril. Empresarios y especialistas del sector advirtieron que será "muy difícil" congelar el precio de los combustibles. En este sentido, dijeron que si no hay un freno en los precios de todo el sector "no se podrá sostener ni controlar". Calificaron la medida publicada como "un parche", y dicen que la perjudicada será YPF. La preocupación también se centra en YPF tras el incendio de la refinería de Ensenada. La petrolera confirmó que tardará 60 días para que su planta funcione al 84%, plazo en el que se repararían las unidades dañadas durante el fuego. La producción total de combustible disminuirá un 7% y habrá que importar más de lo previsto, según confirmó el CEO Miguel Galuccio. En el mercado hablan de una baja en la producción de casi el doble. En la conferencia de prensa otorgada ayer, Galuccio no dio cifras de los costos que significará aumentar las importaciones de combustibles, pero de cualquier modo no es una buena noticia para el Gobierno, que busca proteger el superávit comercial del país, que en 2012 fue muy golpeado por la necesidad de importar energía.